Cada noche se levantaba pasadas las 00.10 siempre escenificaba el mismo ritual. Los días ya no eran tan duros. Había vuelto a aprender cuándo saber pararse, reflexionar y sentir fluir la paz en su interior. A hablar con él. Cómo si aún quisiera decirle muchas cosas que nunca le dijo después de haberse marchado. La llama temblaba. Él también. No lo veía pero sentía su presencia.miércoles, 28 de abril de 2010
PRESENCIA
Cada noche se levantaba pasadas las 00.10 siempre escenificaba el mismo ritual. Los días ya no eran tan duros. Había vuelto a aprender cuándo saber pararse, reflexionar y sentir fluir la paz en su interior. A hablar con él. Cómo si aún quisiera decirle muchas cosas que nunca le dijo después de haberse marchado. La llama temblaba. Él también. No lo veía pero sentía su presencia.jueves, 22 de abril de 2010
1002
La habitación ya no huele igual, la mujer de la limpieza abrillanta con la fregona el suelo húmedo de sus antiguas pisadas. El pasillo se me adelanta a los pasos, las pertenencias flotan en este mundo de almas. Los crucigramas se petrifican en sus paredes, y sus silencios me hablan ahora después de tanto tiempo. Lo dejé estar porque así lo quería, y estando, hablamos de los años perdidos. Si lo hubiese sabido antes, le habría elegido. Me lo decía sin mirarme, me lo decía sin escucharse. Fuimos tal para cual o quizás cual para tal. El camino del ascensor ya será siempre el mismo .Mientras, él seguirá esperando porque siempre esperó, y sé que seguirá esperando y mirándome con atención. Desde hoy te cargo a mi espalda y nadie suplantará tu vacío, todos hablarán de ti cuando hayas muerto, porque ya eres inmortal. Te oigo silbar junto a Otis a lo lejos, sentado con tu viejo bajo lejano. Prometo, seguir el camino desde la sombra...aquel camino que creo te debo...viernes, 16 de abril de 2010
CIUDAD DE VIDA O MUERTE (Nanjing, Nanjing)
La película ganadora en el último Festival de San Sebastián viene acompañada de una gran polémica en sus país y en Japón ya que narra un hecho histórico: la ocupación japonesa de Nanjing, capital china en 1937 donde murieron más de 300 mil personas y 20 mil mujeres fueron violadas y asesinadas. Otro episodio escabroso de la humanidad que sucedió en la guerra que ambos países sostuvieron durante siete años. Una visión honesta y nada manipuladora de unos hechos reales quizás poco conocidos para el mundo occidental.
Lo primero que me sorprende de la película es su puesta en escena. Chuan no ha ocultado sus influencias de Steven Spielberg. La película adopta la estética de filmes como Salvar al Soldado Ryan, El pianista de Roman Polanski o la Lista de Schindler , manteniendo en este último caso como recurso estético, una fotografía en blanco y negro que refuerza el drama de la historia. Sobra decir que la poesía y la belleza de las imágenes, o el gusto por los planos detalle en los momentos más dramáticos confieren un carácter de cine de quilates a esta cinta.
En cuanto a la historia la película comienza con trepidantes escenas en su primer cuarto de hora de combates por la toma de la ciudad. El director no se implica en ningún momento en su posición respecto a los dos bandos y la historia se cuenta a través de un reparto coral en el que vemos cómo sus personajes viven la tragedia que les rodea. Desde un valeroso soldado chino pasando por un crudo oficial japonés u otro soldado nipón enamorado de una prostituta china que parece ser el único que toma conciencia de lo que ocurre a su alrededor. También la de un diplomático nazi que curiosamente crea un campo de refugiados para salvar a los chinos dentro de la misma ciudad, donde se cometen las atrocidades entre ellas la violación masiva de cien mujeres para consuelo del ejército japonés.
Sin embargo la maestría para contar de Chuan radica en contrastar secuencias crueles que ponen la carne de gallina con una sensibilidad espeluznante.
Una película que carece prácticamente de un guión tradicional. Es decir, simplemente se limita a mostrar lo que ocurre casi convirtiéndolo en un documental visual ficcionado pero que no le resta ni un ápice de maestría. El final es digno de un oscar, refleja la delgada línea del ser humano capaz de los más maravilloso pero también de lo más atroz e inimaginable.
Muy recomendable, aunque no para estómagos sensibles.
jueves, 15 de abril de 2010
SÍNDROME
Si hay algo que le gustaba a Marco era verlas cada noche tumbadas sobre las sábanas blancas. Allí seguían el ritual devorándose los pezones a su salud antes de la cópula tijeril. Lo hacían desde que se habían conocido. Él se tumbaba junto a ellas para encandilar sus sentidos mientras simplemente se masturbaba atiborrándose de mirarlas. Un círculo vicioso entre amigos que años después recordaba pintando el cuadro desnudo de su mujer pese a que Across the Universe se dilataba en cromáticos ecos en su viejo sótano. A ella le gustaban las botas de cuero con remaches rojos, las posturas des
honestas con las que creció junto a él como un castillo de naipes y el calor del semen explotando dentro de su culo rompiéndole la baraja.viernes, 9 de abril de 2010
ASESINATOS COLATERALES
Reportero sin fronteras sigue intentado que se respeten los derechos de los periodistas y el de los seres Humanos. Hace unos años, asistí a una charla que nos impartió Ricardo Ortega sobre su trabajo en Afganistán. Murió tiroteado en Haití poco después. Es el precio de dedicar una vida a lo que los demás no se atreven a contar.
jueves, 8 de abril de 2010
DRAMA 10
Décima planta. Dejo entrar en el ascensor antes que yo a una señora mayor y a su joven chica acompañante que la sujeta de la mano. La señora lleva unas gafas de sol, la joven viste de negro con un bolso de tela serigrafiado con un dibujo del grupo Iron Maiden. Los cables del elevador se retuercen en el hueco del edificio. A la altura de la quinta planta la señora solloza con la voz desgarrada aferrándose a la mano de la joven “Qué será de mí sin el abuelito, qué será de mi, se va a morir” Llora, la nieta la trata de consolar, la abraza y le besa la frente. Yo trago saliva, miro al techo como si nada fuese conmigo, las luces me ciegan y el cuerpo se me hiela. Bajaba pensando si tomarme un bocadillo con algo de lechuga, pero creo que voy a dejarlo. Subiré de nuevo a la décima planta: la de oncología.martes, 6 de abril de 2010
EL PERRO DE DRESDE
Todos se habían escondido bajo la débil seguridad de los muros de sus casas. Realmente ninguno era consciente de que seguían estando en pelígro. Desde la ventana de una de las casas cercana al puente, Rebeca intuía la extraña y delgaducha silueta del perro del señor Wilgenhof que deambulaba cabizbajo. Parecía que el cielo planeaba su propio derrumbe. Las nubes grises apenas dejaban pasar los rayos del sol. Sin embargo, aquello hizo que el barrio ganara cierta tranquilidad por lo menos por un rato, esperanzado de que ese no fuera el día que esperaban llegase desde el último año.Ya todo estaba perdido. Aquel era el tiempo habitual del febrero en Alemania. Pero dos horas más tarde el cielo se despejó, Rebeca Oía el ladrido del perro a lo lejos, solo
en la calle. Le daba mucha pena no poder hacer nada, pero no se atrevía a salir. Los ladridos presagiaban lo peor. En unos minutos retumbaron los cristales y el ruído de los motores ensordeció el cielo, como si miles de avispas mecánicas se dirigieran a su gran colmena. La primera bomba cayó justo en el puente. El perro del señor Wilgenhof ladraba cada vez más alto. Rebeca seguía oyéndolo pero ahora agazapada y temblando de miedo debajo de su cama. Lo peor llegó más tarde; las bombas de fósforo comenzaron a desintegrar todo lo que encontraban a su paso. Una nube blanca y densa se apoderó del cielo, relegando al sol a una mísera luz incandescente que mutó en tinieblas toda la ciudad. Los ojos de Rebeca comenzaron a irritarse. Sintió un ligero picor ácido en la nariz. Ni siquiera hubo tiempo para que sonaran las sirenas. Rebeca sintió un calor intenso. Ya no se oía ladrar al perro del señor Wilgenhof.