El pasado fin de semana tenía algo que contar. Ésta vez quise cambiar los relatos literarios por imágenes. El desconsuelo de una madre es el llanto de un minuto devorado por el silencio en comunión con el mar. Dicho y pensado. Me fuí, cogí mi pequeña handycam y rodé un corto en media hora. Este es el resultado
5 comentarios:
Me gusta. Quiza la sensillez de lo que se ve hace que sea grandioso lo que se cuenta.
Muchas Gracias Cristobal, esa era la intención... ;-)
Con tan poco es verdaderamente intenso,te felicito!
Besos
El plano de ellos dos mirando al mar es muy bello.
Un saludo.
Muy bueno Iván, muy bueno.
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