Nunca fui seguidor de Nacha Pop ni de Antonio vega, pero debo reconocer que su aportación a la música española, influyó a toda una generación. La última vez que le vi en directo, fue hace cuatro años en un pequeño festival musical. El escenario era pequeño. Se levantaba en medio del patio de una antigua casa colonial de la Orotava en Tenerife. “La chica de ayer” le recordaba a mi acompañante, es el que cantaba aquel tema de “La chica de ayer” aunque de otras grandes canciones. Antonio parecía un espectro en el escenario. Su rostro se asemejaba a un personaje manga de las pelis de Hayao Miyazaki ( El viaje de Chihiro) reflejaba las cicatrices de una vida excesiva que él mismo eligió. Allí estaba, cabeza gacha, guitarra en mano, solo, sin nadie más. La gente hablaba, tomaba cerveza mientras él susurraba sus canciones. No puedo asegurar que el público que había acudido al festival, lo estuviese oyendo con atención porque prácticamente ni se le oía ni se le entendía. La gente hablaba entre si, había mucho ruido ambiental. Pero él seguía allí arriba, como si no le importase lo que pasaba a su alrededor, como un zombie, levitando en el lugar que más le gustaba: en el escenario, solo con su guitarra y cantando los versos de sus canciones, luchando contra una vida trágica. Yo, a duras penas, por respeto al artista, intentaba escucharle, sentado en el suelo, con una cerveza que no sólo mataba mi vaso de plástico, sino la vergüenza ajena que sentía imaginándome cómo se podría sentir aquel hombre allí arriba, solo ante el peligro. Luego comprendí que era su estado natural, demasiada vida a cuestas, demasiada noches eternas, demasiadas canciones. Murió ayer, como su chica, ya es parte del pasado , de la historia, y con él, gran parte de la música que se etiquetó en los 80 como POP español: Descanse en paz.
4 comentarios:
la vida trata de decisiones arriesgadas y el tomo la mas sencilla,desde ese mundo pocas maniobras se pueden preparar,quizas mascara un antes y un despues de la musica y su legado sea su misterio,el misterio en el que vivio.
yo tampoco era fiel seguidora, pero evidentemente marcó un hito y era un artista y un poeta, ha sido una pena, como todas las pérdidas, es de verguenza lo que cuentas, la falta de respeto, mínimo a una carrera como la de él...ciertamente, una pena...
ha sido un golpe, pero creo que siempre estará vivo entre nosotros...
besitos Ivan...
Nos deja un gran tesoro musical,un gran compositor!
Gracias, espero permanecer por aqui un tiempo.
Ese poema de Dámaso es uno de mis favoritos, suele reaparecer a tiempos parciales.
Un saludo, nos vemos por el ciberespacio.
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