Vuelven las mañanas grises, vuelven las duchas de un minuto y los catálogos de sabanas sudadas. Vuelven las ansias por llegar, vuelven las colas con sonido a radio, vuelven las batallas de las madres y las aventuras de sus niños, vuelve el olor a café imperante, vuelven las paradas de autobús a coparse, arrebatadas de su soledad, vuelven los taxímetros a rugir, vuelven los semáforos a parar, vuelven las caóticas calles a sufrir, vuelven las previsiones del absurdo hombre del tiempo, vuelven las ganas de dormir, vuelven los cinco minutitos de rigor y los besos de vitamina, el mirar al cielo y saborear la subida contando los minutos para llegar al viernes, vuelven a eclipsarse los sueños, vuelven a dormir los desheredados, vuelven a subirse los humos aunque nunca se hubieran bajado, vuelven los códigos pin, pang y pung a dorarnos la pana. Vuelven las urgencias atrasadas, vuelven las ágoras de nicotina y las miradas perdidas, vuelven las bellas durmientes y los príncipes de corbata despiertos. Los gritos de testosterona, los completos y los parciales momentos, las canciones de venta, y los nudos en las rotondas de la muerte. Los gritos de los niños y las gargantas mojadas. Vuelven los segundos de la luz, y las milésimas de reflexión . Vuelven los auriculares en los libros, las letras soleadas. Las sombras de ojos y los labios trémulos. Vuelven los rapsodas de las ondas y los embaucadores de papel mentira. Vuelven las tertulias alejadas de la realidad, vuelve lo trivial y los tertulianos irreales y demagógicos. Vuelve lo que me importa y lo que me da igual. Vuelve el estrés de las palomas y el reclino de los callejones. Vuelve el desorden... vuelve el lunes, es septiembre y el ser humano sigue siendo un animal de costumbres.
5 comentarios:
Defensa de la alegría
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegía como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y de la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
vuelve la vida que hemos creado a pulso con la vida....
Es lo malo. Estas de vacaciones y estas echando de menos a la segunda semana el estar en tu vida normal. Es que no aprendemos. Un saludo.
Vuelven las castañas y el chocolate con churros, mmmm.
El frío me vuelve loca. Para mí, POR FIN llegó septiembre... :D
Vuelve la odiosa sensación del soy un bueno para nada...Aunque por lo menos, como dice Té con Gofio, siempre nos quearán las castañas
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