Sin mediar una sola bocanada de aire, el pétalo del girasol en un campo de Girona cayó a la tierra húmeda cuando el atardecer pintaba su ocaso. Al mismo tiempo, a unos cientos kilómetros de allí, en Arles, sur de Francia, Vincent perdía su oreja, que caía ensangrentada a chorros en la madera de un bar. Gauguin había tenido la culpa. Desde ese día, Vincet no volvió a ser el mismo.
3 comentarios:
¡ME GUSTA TU TEORÍA DEL CAOS.....!
ya lo sabes....el caos es justo,no?
Estupendo momento artístico en tu blog,me ha encantado y te felicito!
Besos
El caos es Justo , sin duda Monic ;-P
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