viernes, 13 de marzo de 2009

EL INSOMNIO DE DÁMASO


Este poema fue escrito por Dámaso Alonso en las noches de insomnio en el Madrid de la Postguerra Civil. Ahora después de más de sesenta años, ve la luz.

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, influyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla. Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?
El tema de Dios, la duda sobre su existencia, es una de las columnas sobre las que edifica toda su poética. En otro poema, años más tarde, pregunta a su Dios:
¿Estás? ¿No estás? Lo ignoro; sí, lo ignoro
Que estés, yo lo deseo intensamente.
Yo lo pido, lo rezo. ¿A quién? No sé
¿A quién? ¿A quién? Problema es infinito.

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