martes, 15 de marzo de 2011

EN EL 73

Cristina tenía veinte razones de amor y un polvo desesperado para no danzar al ritmo de Pablo Neruda.
Había tenido que subir muy alto para mirar su pasado desde el presente y descubrió que Chile ya no era la misma en aquel 73 de barriles de oro negro que pringaban el mundo.
Su primera muerte fue cuando la violaron a los pocos días del golpe.
Era una joven soltera embarazada. En la violación murió el hijo que llevaba en su vientre. Luego la mataron y la dejaron en una esquina, sucia y apestada. Los golpistas alegaron que lo hicieron por Dios, por la patria y por Augusto. El puto Augusto.

1 comentario:

Nosotras dijo...

Cuántas lecciones quedaron en el camino,sueños, esperanzas,hijos, padres...lecciones para la historia. He vibrado con esta historia y mi mente se llena de recuerdos.