viernes, 17 de septiembre de 2010

DEPORTACIÓN PAR SARKOZY

Deportaciones masivas de gitanos.

Estos días no he dejado de sentir un escalofrío leyendo en los medios de comunicación los datos de la campaña de deportación de gitanos de Nicolás Sarkozy. La mecha de Auswitchz sigue latente, aunque esta vez sin barracones o cámaras de gas. Ayer el Parlamento Europeo tuvo una gran oportunidad para tirar de las orejas al dirigente galo y castigarle por su política intolerante y nazi. Solo el presidente Durao Barroso mantuvo una posición lógica de alguien que se quiera llamarse defensor de los derechos y libertades que pregonan los europeistas. Sin embargo, el tirón de orejas se ha quedado en amenazas y en un “dejémoslo para mañana”, que hoy tengo otros asuntos que atender. Típico de las políticas tipo G-8 y de sus secuaces perritos falderos, entre ellos la propia U.E.

Los otros 27 líderes han mirado para otro lado, incluyendo el cadáver político de José Luis Rodríguez Zapatero, que acojonado ante su política de improvisación, prefirió apoyar a Sarkozy, no vaya a ser que lo deje en la estacada y los gabachos le den más por el saco de lo que le dan. No está Zapatero para perder más simpatizantes a estas alturas.
Esta es otra muestra más de que el “socialismo” que predica ZP hace tiempo que se quedó a medio camino de la derecha y sin un rumbo ideológico. Una política donde prolifera el sálveme quien pueda.
Muchos podrán esgrimir que se “jodan” esos gitanos, ellos son más racistas que Sarkozy. Sí, es cierto que la etnia gitana no es de las más tolerantes si tomamos en cuenta sus tradiciones y morales, algo igualmente reprochable, pero en este caso, no se trata de predicar el ojo por ojo, diente por diente. La deportación de personas debido a su etnia o procedencia, es un delito ante las libertades de libre circulación. Una vez más una libre circulación amparada en el dinero y no en las personas...el gran engaño de la Unión Europea. Claro que sí...los otros 27 no dicen nada...tienen miedo a que Francia, una de las potencias mundiales, les de la espalda, algo que otros muchos pensarán que no se pueden permitir por cuatro gitanillos de mierda.

BUSCANDO....MARCHITANDO..

Me marchito..buscando....
Será que NADA a dejado de girar sobre TODO
Perdiéndose en un movimiento de traslación...

34 canciones para la redención...
34 capacidades para proceder...
You are everything…You are… my Everything
You are..ironic…

Wisconsin queda aún muy lejos para fardar
Seguiré buscando...
Espera...
El sendero aún es leve.

martes, 14 de septiembre de 2010

LLÁMAME VIENTO

La entrevistadora estaba buena sí. Había preparado sus mejores armas para captar mi atención y quizás la de su morbosa audiencia sedienta de tetas. En estos casos mi ego no daba para tanto. Su colección de reclamos comenzaba en sus pupilas: lentillas de color verde, escotazo negro y chaqueta blanca ceñida a dos poderosas razones. Lo golpes bajos los daba con zapatos de tacón y una cara de hija de puta recién salida del infierno. Walter se tomaba aquello como un juego, los años de experiencia le sobraban de aquel instante. No se fiaba un pelo de ella porque con lo que contaba solo se podía vender mierda.


Ella:


Señor Domínguez. Usted ha estado en numerosos conflictos a lo largo del mundo. Afganistán, Bosnia, Palestina, Congo...¿Qué lleva a un periodista a tomar esta decisión y jugarse la vida?


Walter:


me gusta vivir las cosas en primera persona. Sentirme parte de lo que sucede, saber que estoy metido en el ojo del huracán, para luego contarlo al mundo.


Ella:

¿Eso no le resulta un tanto egocéntrico?


Walter:


Depende de cómo se mire. Si la miro le puedo preguntar cuánto le han costado...


Ella


No me lo pone muy fácil..


Walter


¿Usted es la que pregunta no?
Ella
¿Me va a responder?
Walter
Lo que hago no es para glorificarme. Es algo que los que estamos allí no podemos explicar. Hay que estar allí para comprenderlo. Cuando algo pasa, siento la necesidad de acudir y contarlo.
Ella
Hasta el día en el que se convierten en los protagonistas de la noticia. Como sucedió con la muerte de su compañero Malcom ¿ No es cierto?
Walter
Seguro que uested nunca ha salido de su mesa de la redacción por miedo a ensuciarse sus bonitos zapatos ¿Verdad?
Ella
Pensaba que era yo quien le entrevistaba a usted.
Responda.¿Es cierto que usted fue quien le convenció para que saliera a cubrir aquella manifestación y en la que finalmente murió de un disparo?
Walter
Váyase a la mierda.
Walter sale del plató delante de sus pasos. Se dirige a coger el coche. El solitario parking aún huele a húmedo. Acaba de lloviznar y el suelo resbala. Cuando abre la puerta de su coche. Dos individuos lo llaman por su nombre con acento extranjero. Se gira y ya no ve nada más.
La sangre recorre el suelo mojado del aparcamiento. Con una bala en la cabeza, allí yace Walter Domínguez, un daño colateral más del periodismo arriesgado. Un zombie que todo el mundo olvidará pasado mañana cuando ya no sea noticia.
PD: En cada segundo, todo cambia, las ilusiones, las decisiones que tomamos, los pensamientos que construímos...las cosas toman otra dirección. Como un instante en un pestañeo de ojos...como el viento ...que nunca sabes con certeza con qué fuerza volverá a soplar o en qué dirección la próxima vez. Sin embargo hay un momento en el que las ráfagas dejan de soplar y todo vuelve a la calma infinita.

jueves, 9 de septiembre de 2010

UNA MUERTE EJEMPLAR

Ramiro vestía un traje a medida. De color negro, con camisa blanca y una rosa en la solapa. Al más puro estilo de otras generaciones desgastadas. Llegó a la ciudad con el aura ennegrecida por el paso de los años a la sombra. Con las cenizas de su madre recién fallecida bajo el brazo y a la espera de reposar en el agua de la bahía. Allí era a donde se dirigía. La parada del metro ligero que lo llevaría hasta allí y donde esperaba sentado, pintaba un lúgubre marco de luz de opereta, como si estar sentado allí, fuera una sesión de interrogatorio. Como si las miradas de todo el mundo se centraran en él gracias a un cañón de luz intermitente que iluminaba su rostro huesudo de pan y agua. De pronto una pareja de polis de patrulla se dejó ver pasando justo delante de él. Uno de los agentes de policia lo miró con fijeza. Ramiro, apartó la vista a un segundo término donde se sentaba otro futuro pasajero de próximas paradas. La pareja se deslizó por las escaleras mecánicas rumbo a la superficie y Ramiro respiró con cara de satisfacción muda.

Una imagen totalmente diferente a la del individuo que devoraba su ardores de estómago con eructos de Clipper de fresa al otro lado del banco. Era un tipo orondo de asco, que se limpiaba los trozos de papa frita que se le adherían a sus labios gruesos y grasientos. De vez en cuando se giraba y esbozaba una ligera sonrisa de Fritolay. A Ramiro le repugnaba. El metro se acercaba, el orondo se levantó con rapidez extasiada después de tanto esperar. En ese preciso momento Ramiro se alisó el traje, se levantó y aprovechó la ocasión. El individuo notó un ligero roce en su espalda y cayó a las vías. El vagón del conductor le reventó la cabeza, pocos metros más tarde se detenía con el pasaje gritando de pánico, con el parabrisas funcionando e impregnando el espejo de sangre. Ramiro sacó su rosa de la solapa y la lanzó al vuelo. Cayó en el hueco de las vías rojas. Luego tiró la bolsa de papas fritas a la papelera y se fue tranquilo. Prefirió ir andado y disfrutar del paseo hasta la bahía donde tenía pensado esparcir las cenizas de su madre.

martes, 7 de septiembre de 2010

CUADERNOS

La chica se parecía a Misa Loeb, sus gafas de pasta negra limitaban la frontera de unos negros ojos tímidos donde se escondían las miradas desde el otro lado del mercado. Ella ni se podía imaginar que Fahim lo sabía, y es más, jugaban al ratón y al gato en sus fantasías diarias pese al infinito que las separaba. Al día gozaban de dos minutos de libertad...una libertad medida por la llegada de la oscuridad de la noche, donde los motores de los generadores eléctricos validaban sus susurros de deseo en el callejón trasero de la librería de Abdel, donde su padre despachaba las noches leyendo el Corán a sus ocho hijos varones. Atardecía en Amman y Fahim, jordana, y Misa, como ella la llamaba, americana, deambulaban en besos diabólicos, al límite de la delgada línea que separaba Alá y Jesús. Pero eso a ellas, ya no les importaba.

lunes, 6 de septiembre de 2010

RECHARGE


Su vida era una ordenada rotación de ánimos prefabricados así que no titubeó en extender su vista más allá de la falda de la dependienta de la librería electrónica. Una falda azul marino intenso que extendía la sombra de aquellas piernas en una pequeña silueta naufragada en su imaginable universo de historias que pudieron ser en un instante pero que se esfumaron en dos viñetas en blanco y negro. Así, a la hora de pagar, las pestañas de la morena se tiñeron de negro tinta y su intento se esfumó con la firma digital en el panel de pago.

Hacía semanas que había configurado su iphone para posibles citas pero todas quedaron en excusas de 3G sin satélite alternativo. Así que ese día tampoco iba a ser el suyo computarizó. Diseñó su camino a casa con su GPS por si sus pasos le engañaban y sus soliloquios le tendían una trampa trapera. No pudo evitar echar mano del mp3 para hipnotizar su camino. Cuando llegó a casa el holograma de Ava Gadner desnuda le sorprendió. Luego, en su memory caché, imaginó a la librera morena con su ropa interior. La alarma de pensamientos insanos saltó de inmediato, así que tuvo que quitarse el chip y apagarse por un rato. Colocó el Iphone en stand by y se sentó para recargarse de cara al día siguiente. Aún tenía chance para 5000 días más.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

CENSURA TELEVISIVA EN TURQUÍA

Hola a todos.
He vuelto después de un periplo vacacional por Turquía. A lo largo de las próximas semanas hablaré de este magnifico país, rico en cultura y tradiciones y de los lugares que visité. Pero comenzaré relatando algunas anécdotas que me pasaron en este país que pretende o pretendía ser europeo.
Me hospedé en Estambul pero después de unos días decidí adentrarme en el interior del país. Para ello compré un billete de guagua para viajar a Efeso y Pamukkale, dos ciudades históricas al sur de la península de Anatolia. El trayecto era nocturno y duraba 12 horas en línea regular incluído un transbordo en ferry para cruzar el mar del Mármara.
Doce horas dan para mucho y sobre todo para entender un poco la idiosincracia de este país. Viendo la televisión turca flipé en colores. Dos películas me bastaron para entender que no estoy en un país totalmente democrático y mucho menos laico como pretender dar a conocer sus políticos, aunque si hablamos de democracia, tampoco España está para tirar cohetes, pero a lo que iba. En mi trayecto pude ver dos películas que emitían en un canal de la televisión turca. La primera de ellas Indiana Jones y al última cruzada. Todo cinéfilo y no cinéfilo sabe que esta película cuenta con una excelente secuencia de acción con una persecución en lancha motora por los canales de Venecia. Bien, en esta secuencia Indy es perseguido por una secta turca que no deja de dispararle en todo momento. Pues bien, la censura turca se carga de cuajo la secuencia al igual que otras similares a lo largo de la película. Aún sin salir de mi asombro , el conductor cambia de canal y observo una obra de teatro de comedias de situación. Transcurren los minutos y veo que la trama principal de la obra se basa principalmente en burlarse de las mujeres o tratarlas como una marioneta, y es más, hasta las abofetean y empujan mientras el público se ríe con estas situaciones. No me hace falta saber lo que dicen, con lo que veo me basta para indignarme hasta la médula.
Pero aún hay más, luego echan mi admirada película Revolutionary Road. En la última secuencia en la que la protagonista interpretada por Kate Winslet se practica una aborto y en un plano de travelling en retroceso podemos ver su falda con una mancha de sangre. El censor de turno no duda en censurar dicha imagen difuminándola con un círculo. Sin tiempo para digerirlo, a mi lado una pareja de jóvenes franceses que he conocido cuando subía a la guagua, se besan acarameladamente. De pronto, justo detrás de mí, una mujer con un velo islámico comienza a gritar y a recriminarles que no lo hagan, estamos en Ramadán. La mujer se desgañita contra los franceses hasta que se calma. Prosigo mi marcha y en la siguiente parada de descanso, la mujer se levanta para bajar de la guagua, atónito observo como en la parte inferior de la gabardina que le cubre hasta los tobillos, se extiende una gran mancha de sangre. Atónito vuelvo a fijar mi mirada en la tele. Esta vez no hay censura, en la obra de teatro siguen golpeando a las mujeres para el descojone general del público. Aún quedan 8 horas de travesía, así que intento colocarme como puedo en el sillón y echar una cabezadita con el miedo en el cuerpo y esperando que la mujer no me agarre por el cogote al ir en pantalones cortos mientras duermo.
PD: Turquía se autodenomina país laico y pidió la adesión a la Unión Europea. Mucho tendrán que cambiar las cosas para que eso se cumpla.