jueves, 11 de septiembre de 2008

SE RUEDA: (Efímeros)

En el mes de Noviembre de 2007, comenzó y finalizó el rodaje de Efímeros. Un cortometraje que dirijí para un guión propio que narra la historia de amor de un obrero republicano y una chica de familia falangista con el telón de fondo los fusilamientos cometidos en Tenerife durante la guerra civil.

El cortometraje está protagonizado por Virginia Ávila y Santiago López que interpretan A César y Helena. Dos enamorados separados por distintas ideologías familiares pero que dejan al lado para huir de la locura de la guerra. No se trata de una visión del clásico Romeo y Julieta. El cortometraje parte de la anécdota narrada en formato de ficción, que se intercala con otra historia real que indaga en formato documental, en los casos de fusilamiento que se cometieron en Tenerife con testimonios reales de personas que lo vivieron de cerca.
Santi López y Virgina Ávila son los dos protagonistas
(Foto: María Pisaca)

En la dirección de fotográfía Santiago Torres y asistencia de dirección Daniel Miller y Alejandro Díaz, "Alexmalo" como sonidista.









Iván López da instrucciones a Santi López antes de
rodar una de sus secuencias.






Un momento del rodaje en La Laguna (Tenerife)

La Banda sonora la compuso el realejero Jesús Agomar http://www.jesusagomar.com/ al que le debo todo mi agradecimiento por componer una partitura tan bonita que le valió la nominación para los premios internacionales Jerry Goldsmith. Todo un lujo para este cortometraje

La fecha de estreno aún está pendiente, pero será antes de que acabe el año 2008.





















SIN SENTIDO (Relato de un instante)

SIN SENTIDO (RELATO DE UN INSTANTE)







¿Nunca te has fijado?, quizá si, quizá no. Quizá te hayas preguntado cómo soy o quizá no. Quizá pienses que soy un prepotente o que simplemente no voy con tu personalidad o que tu experiencia está llena de pensamientos y sentimientos íntimos que no me incumben. Quizá nunca te hayas fijado pero ahora te estoy hablando, mirando, sí, ahora que estas frente a mi, que ni siquiera notas mi presencia. Ahora te hablo, y seguramente, jamás sabrás que en este momento te hablo, porque esto no tendría ningún sentido si decidiese contártelo o si decidiese callar. No te diré que eres bella y preciosa, sólo mi silencio hablará por mi mismo porque si te lo dijese no tendría sentido. Por eso no te diré que me haces sentir la atracción hacia tus manos que se acarician el pelo que se desliza entre tus orejas. No lo haré porque no soy digno de ti, no soy digno de mí ni de mi silencio.


Que estupidez. Esto sólo forma parte de otra de mis fantasías. Me creo a mismo dentro de tu historia y la construyo cada día sin apenas conocerte ¿Es de locos? ¿O no? Muchos podrían pensar que vivo enamorado pero no es así, no hay romanticismo en mi silencio. Es lo que es ahora y nada más: un espacio reservado a buscar sentido al sinsentido. Paradoja contradictoria que se presenta en un instante para vivir. Pronto te marcharás, así que debo aprovechar aunque sigas sin mirarme, sin prestar atención, sin intuir nada. Aunque tu vida esté marcada ya por este instante en el que pienso en ti, aunque estas palabras se pierdan al salir de mi boca, ante la inseguridad que te creas todos los días. Yo te creo a mi manera y quieras o no, eres otra forma de vida, vives miles de vidas, a parte de la tuya propia. Vives en mí, ahora. Vives en otros, mañana, ayer. A veces esas existencias vitales son feas, maliciosas, sucias, mundanas, viciosas con las que te inundo. Otras veces son maravillosas pero la culpa es tuya y sólo tuya, aunque no te des cuenta. De lo que desprendes, de lo que sientes en ti misma nacen todas esas demás vidas.
¿Nunca te has fijado? Te entiendo, te entiendo, te entiendo como la reciprocidad de los otros hacia a mi. Que le voy a hacer, también he caído en la ramas de los demás, a mi manera. No lo oculto, pero déjalo, es un sentimiento puramente egoísta que me gusta, que me devora por dentro. Es un sin querer alguno, como todo. Es mi yo, el propio culpable como también lo es el tuyo. Pero no le busques sentido. Me odiarás o me amarás algún día, lejos de tu conciencia. Es el castigo por no conocer lo que me ocurre ahora ante ti, ahora antes del primer segundo de tu existencia. Espero que lo comprendas, sólo estas palabras que escribo fluyen en el ahora, eterno ahora, sin sentido.