martes, 6 de abril de 2010

EL PERRO DE DRESDE

Todos se habían escondido bajo la débil seguridad de los muros de sus casas. Realmente ninguno era consciente de que seguían estando en pelígro. Desde la ventana de una de las casas cercana al puente, Rebeca intuía la extraña y delgaducha silueta del perro del señor Wilgenhof que deambulaba cabizbajo. Parecía que el cielo planeaba su propio derrumbe. Las nubes grises apenas dejaban pasar los rayos del sol. Sin embargo, aquello hizo que el barrio ganara cierta tranquilidad por lo menos por un rato, esperanzado de que ese no fuera el día que esperaban llegase desde el último año.Ya todo estaba perdido. Aquel era el tiempo habitual del febrero en Alemania. Pero dos horas más tarde el cielo se despejó, Rebeca Oía el ladrido del perro a lo lejos, solo en la calle. Le daba mucha pena no poder hacer nada, pero no se atrevía a salir. Los ladridos presagiaban lo peor. En unos minutos retumbaron los cristales y el ruído de los motores ensordeció el cielo, como si miles de avispas mecánicas se dirigieran a su gran colmena. La primera bomba cayó justo en el puente. El perro del señor Wilgenhof ladraba cada vez más alto. Rebeca seguía oyéndolo pero ahora agazapada y temblando de miedo debajo de su cama. Lo peor llegó más tarde; las bombas de fósforo comenzaron a desintegrar todo lo que encontraban a su paso. Una nube blanca y densa se apoderó del cielo, relegando al sol a una mísera luz incandescente que mutó en tinieblas toda la ciudad. Los ojos de Rebeca comenzaron a irritarse. Sintió un ligero picor ácido en la nariz. Ni siquiera hubo tiempo para que sonaran las sirenas. Rebeca sintió un calor intenso. Ya no se oía ladrar al perro del señor Wilgenhof.


PD: El bombardeo de Dresde se llevó a cabo hacia el final de la Segunda Guerra Mundial por parte de la Royal Air Force británica (RAF) y las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos (USAAF). Con este nombre se suele hacer referencia a los cuatro ataques aéreos consecutivos que se realizaron entre el 13 y el 15 de febrero de 1945, aproximadamente doce semanas antes de la capitulación de la Alemania nazi y con la guerra ya casi terminada. Durante los mismos, entraron en acción más de mil bombarderos pesados, que dejaron caer sobre la «Florencia del Elba» cerca de 4.000 toneladas de bombas altamente explosivas y dispositivos incendiarios, arrasando gran parte de la ciudad y desencadenando una tormenta de fuego que consumió su centro histórico . El número de víctimas varía enormemente en función de la fuente, pero la línea mayoritaria en la historiografía actual lo sitúa entre 18.000 y 35.000 muertos

3 comentarios:

madroca dijo...

Un gran post para recordar lo que nunca debió suceder, la barbarie de la guerra siempre se produce en ambos bandos, y lo peor siempre los vencedores se llevan los honores y pueden enorgullecerse de sus actos, a pesar de que hayan cometido tantas atrocidades como los vencidos.
Un placer encontrar tu blog, he disfrutado con tus entradas y a partir de ahora seguiré visitandote constantemente.
Un saludo y un firme NO a la guerra

QuietBrown dijo...

¡Hola!
He llegado aquí desde el blog de Desi, la fotógrafa, y justo me encuentro este texto... Acabo de leer 'The Book Thief'. Alemania nazi, bombardeos y una historia, para mi gusto, muy bien contada. Te la recomiendo si no la conoces aún. Echo un vistazo a tu blog ahora,
¡un saludo!

Tom dijo...

Muy bueno el texto para una historia tan real. He vuelto a releer en la wiki el bombardeo de Dresde y es terriblemente impacatante. Un saludo.