miércoles, 27 de julio de 2011

HAMBRE


Se me congela la sangre cuando veo las imágenes que llegan desde el cuerno de África, más concretamente en Somalia sumida desde años en una guerra y acrecentada ahora por la sequía que está dejando a 11 millones de personas, sí la friolera de 11 millones de personas desnutridas y sin nada que llevarse a la boca según el último informe de Cruz Roja en la zona y que ya amenaza a un país como Kenya, que comienza a recibir a miles de refugiados.

Imágenes que a muchos nos recuerdan la de los 80 en Etiopía, aquellas a las que el mundo se acostumbró sin que apenas se hiciera nada para paliar el hambre de los millones de niños que murieron desnutridos y comidos por las moscas.

Manos Unidas ha abierto una cuenta corriente para ayudar a estas personas porque si esperamos por los gobiernos ricos o los países desarrollados, esa ayuda nunca llegará. Y nunca llegará porque están demasiado ocupados por salvar el Euro, en el caso de la Unión Europea, el mayor engaño y entelequia que se ha creado en las últimas tres décadas en Europa. El fracaso de estos países es el fracaso de un sistema que relega a 11 millones de personas en una parte del mundo a morir desnutridos sin que ninguna de sus conciencias se resientan un ápice mientras sientan sus culos corruptos en poltronas y sillones del parlamento europeo. Quizás algunos me tachen de demagógico. No creo que lo sea en absoluto, Ojalá tuviera el poder que ostentan esos mequetrefes para paliar esta lacra mundial.

Pero está claro que no solo los partidos políticos o los grandes líderes mundiales incluyendo el flamante “Obama” premio Nobel de la Paz, no sé a cuál Paz se refería el jurado sueco cuando le otrogaron  el galardón que me da,  aún le sigue pesando al dirigente estadounidense.

Escribo desde la indignación, escribo espantado, escribo asqueado de vivir en este mundo de mierda. Escribo desde el corazón, con escritura automática, como hacían los surrealistas que imaginaban un mundo sin reglas. Escribo soñando que la gente despertará, e irá más allá de la semilla que ha implantado un movimiento masivo como el 15-M.

Quizás siga viviendo en la Utopía ilógica, esa utopía que me hace llorar cada vez que un resquicio de revolución grita en las calles pidiendo lo que es propio y el derecho a ser un ser humano digno. Un derecho que se antepone como siempre al interés del dinero, ese al que los dirigentes políticos siguen aferrándose como la gran salvación , ese, como he dicho en otras ocasiones que los lastrará al Apocalipsis de una involución económica

PD: El autor de la famosa foto que ilustra el post fue tomada en Darfur al sur de Sudán en 1993 por el fotógrafo  Kevin Carter que esperó veinte minutos a que el cuervo desplegará sus alas pero eso no sucedió. La niña que aparece en la foto se dirigía a un campo de refugiados.  Luego prosiguió su camino ý él se echó a llorar. Meses después ganó el Pulitzer, uno de los premios periodísticos más importantes del mundo. Dos meses después se suicidó. Su conciencia no pudo soportarlo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuanta razón llevas. Me gustaría hacer mi pequeña valoración: cuando se produjo la brutal matanza de Noruega (hace muy poco tiempo), todos los medios se centraron en las víctimas, el asesino, por qué sucedió, los orígenes ultras de este individuo... horas y horas de televisión llenas de una noticia que conmovió a Europa. Curiosamente, esa misma mañana, antes de la masacre, cuando venía en mi coche iba escuchando la radio y Naciones >Unidas y varias oenegés contaban lo mañ que se estaba pasando en África, los millones de muertos que se están produciendo... ¿quién se hizo eco de la noticia? ¿Valen más ciento y pico noruegos que 500 millones de somalís? ¿Por qué no se le dá la misma cobertura? Pues será porque nos avergüenza saber que por nuestra culpa, eso está pasando, porque los países ricos preferimos mirar para otro lado cuando vemos muertes producidas por el hambre... por eso será!!! Un abrazo Iván, sigue así en tu blog.