lunes, 6 de septiembre de 2010

RECHARGE


Su vida era una ordenada rotación de ánimos prefabricados así que no titubeó en extender su vista más allá de la falda de la dependienta de la librería electrónica. Una falda azul marino intenso que extendía la sombra de aquellas piernas en una pequeña silueta naufragada en su imaginable universo de historias que pudieron ser en un instante pero que se esfumaron en dos viñetas en blanco y negro. Así, a la hora de pagar, las pestañas de la morena se tiñeron de negro tinta y su intento se esfumó con la firma digital en el panel de pago.

Hacía semanas que había configurado su iphone para posibles citas pero todas quedaron en excusas de 3G sin satélite alternativo. Así que ese día tampoco iba a ser el suyo computarizó. Diseñó su camino a casa con su GPS por si sus pasos le engañaban y sus soliloquios le tendían una trampa trapera. No pudo evitar echar mano del mp3 para hipnotizar su camino. Cuando llegó a casa el holograma de Ava Gadner desnuda le sorprendió. Luego, en su memory caché, imaginó a la librera morena con su ropa interior. La alarma de pensamientos insanos saltó de inmediato, así que tuvo que quitarse el chip y apagarse por un rato. Colocó el Iphone en stand by y se sentó para recargarse de cara al día siguiente. Aún tenía chance para 5000 días más.

1 comentario:

Beatriz dijo...

esperemos que sigamos siendo humanos aunque tengamos que recargarnos de vez en cuando.
Me gusta tu manera de escribir.
saludos