miércoles, 7 de abril de 2010

MEZQUITAS, PEDERASTIA Y RELIGIÓN: CÓCTEL EXPLOSIVO

La religión es el opio del pueblo ya lo dijo Marx, y a estas alturas de principios de siglo, la cita sigue teniendo el mismo vigor y razón que cuando la pronunció en su etapa universitaria, pese a quien le pese. Por lo menos así lo veo yo. Estos últimos días hemos asistido a dos ejemplos claros de que la religión sigue siendo el móvil que genera conflictos, hipocresías y sobre todo odio entre las personas. Para muestra, dos casos.

El primero de ellos , nos sitúa en Córdoba, allí la semana pasada un grupo de musulmanes austriacos, unos 118 dicen las crónicas, que estaban de paso, se les ocurrió la "genial idea" de ponerse a orar por el rito musulmán en plena mezquita. El resultado fue un enfrentamiento con la policía que intentó disuadirlos y que acabó con varios de los fieles, con los ojos morados y los huesos doloridos. Además a uno de ellos se les retiró el pasaporte. Fueron imputados por delitos contra el sentimiento religioso, amenazas y atentado contra la autoridad. ¿Atentado contra el sentimiento religioso? ¡ Pero esto qué es!


Mi intención no es defender la acción de estos chicos sino mirarlo desde la perspectiva del sentido común y del respeto mutuo. Es cierto que en la mezquita de Córdoba sólo se permite el culto católico y es cierto también que quizás la acción tal y como la llevaron no es la correcta, pero la cuestión va mas allá. A lo que me refiero es al tufillo xenófobo y racista que se desata entre muchos cuando ocurren estas cosas. El hecho de que se tratara de musulmanes pesa. En algunos artículos de opinión he leído como relacionaban su culto con el del radicalismo islámico. Es triste pero casos como este sirven para que los estereotipos y la dictadura católica en este país continúe haciendo de las suyas. Algunos incluso interponen la vaga excusa de que la mezquita fue reconquista por el reino Cristiano de los reyes Católicos en el siglo XIII y que por eso les corresponde su propiedad y derecho al culto cristiano. Mentes retrógradas como estas, cuyo pensamiento sigue anclado en la Edad Media, no hacen ningún favor a la convivencia cívica en un país que se supone laico, por mucha tradición católica que se tenga. Lo que está claro es que las autoridades siguen bajándose los pantalones ante las sotanas de los Obispos y del Nazi Ratzinger que representa el segundo caso ligado a la religión y la doble moral católica. Estoy harto de oír en las televisión, periódicos y ambientes que se autoproclaman conservadores, la falta de valores cristianos, los delitos tan grandes y asesinatos contra la moral que se realizan con el aborto, o la crueldad y maldad de la droga, la violencia contra las mujeres o la pornografía. Lo más irrisorio de todo esto es que esos mismos adalides y defensores de la moral cristiana hacen mutis por el foro cuando los jueces hablan y desentraman el silencio del actual Papa Benedicto XVI ante los miles de casos de pederastia que ocurren en sus iglesias, incluso sabiendo que se cometían. ¿Porqué los defensores de la moral , no condenan este tipo de actos? ¿ Por qué callan o desvían la atención echando las culpas a otras personas? ¿No sería lo más lógico? Entonces ¿Porqué siguen defendiendo a los que cometen estos horrores? Da miedo, mucho miedo, el grado de manipulación y de lavado de cerebro que pueden ejercer estas personas. El mundo viviría mucho mejor sin ellos y sin la religiones.

No hay comentarios: