viernes, 4 de diciembre de 2009

¡GRITE SEÑORA! A LOS PROFANADORES DEL PERIODISMO

Ando estos días un poco tocado y de bajona, y con apenas inspiración literaria pero quisiera volver a referirme al asunto que sigue coleando y atiborrando hojas de periódico, espacios de radio y televisión en los medios nacionales.

El video ya campea en Internet. En el se oye a un supuesto periodista animando a una señora a que gritase a Diego Pastrana en su llega a los Juzgados de Arona en el sur de Tenerife, la semana en la que fue acusado del asesinato de la niña Aitana.

El revuelo mediático que se ha creado a raíz de este caso debería ser un punto de inflexión para la sociedad pero sobre todo para los periodistas. Atrás dejo las excusas de partes médicos, notas policiales y demás. Amo este oficio con toda mi alma, y creo ser consciente del grado de responsabilidad que tenemos como mensajeros de la sociedad. El problema que subyace es que muchos empresarios, que ni siquiera han pisado una facultad de periodismo en su vida, se han preocupado por la salud del oficio. Lo único que les interesa es lucrarse a base de traficar con la información, y claro, la entrada a un juzgado sin gritos de reproche no vende. Y esto es lo que le ha pasado al periodista que buscaba la exclusiva o el espectáculo. No intento defenderle, porque lo que hizo es injustificable para un periodista, pero lo considero una víctima, que seguro, hoy quiere que le trague la tierra.


Es así de triste y me rasgo las vestiduras cada vez que veo esto. Lamentablemente, el cuarto poder, el de la información, se ha convertido en mercancía y no en lo que debería ser, un servicio a la sociedad. Me hice periodista para ser testigo, para documentar la realidad, la historia, para denunciar las injusticias, pero no para servir al mercantilismo de la información que ya profetizó el pensador francés Gay Debord en su obra “La Sociedad del espectáculo”. Para colmo, los medios cegados por las exclusivas y vender siguen metiendo cizaña y sin dejar en paz a Diego sin que ni siquiera se sonrojen.

Hoy en día me considero la persona más afortunada del mundo por tener el privilegio de ejercer esta profesión a la que amo profundamente y que muchos profanan y ensucian con su falta de profesionalidad. El oficio que soñé desempeñar escuchando la radio, cuando era un crío. Sin embargo, otras personas, en las que incluyo a periodistas licenciados, no tienen este mismo criterio, porque ven a esta profesión como un escaparate para ellos mismos. Esto lleva ocurriendo desde hace tiempo y nadie ha dado una queja en condiciones, ni siquiera los sindicatos de comunicación en canarias han dado la cara sino con tímidos comunicados

Hoy a cualquier mentecato o mentecata le dan un micrófono y lo lanzan a la calle para decir burradas sin que sean conscientes de lo que eso entraña. Da igual que se lleven por delante los derechos fundamentales o los fundamentos deontológicos que dan dignidad al profesional. Todo vale si se puede vender. El periodismo no es un juego de niños. El periodista debe estar preparado y contar con un bagaje cultural amplio para afrontar con ciertas garantías la informaciones a las que se enfrentará a lo largo de su vida. Por eso exijo la creación ya de una escuela oficial de periodistas como existen el de abogados o médicos. Además es necesaria la aprobación del estatuto del periodista, una reivindicación que lleva años pidiéndose pero muchos partidos a excepción de algunos como Izquierda Unida ha desechado de sus programas electorales.

1 comentario:

LuisGarcia dijo...

Conozco a otro Licenciado en Ciencias de la Comunicación y te aseguro que le he visto llorar de rabia y asco a la vez por el sucio trabajo realizado por compañeros de una profesión a la que adora como tú.
Y es que la Comunicación es realmente una ciencia y debe aprenderse a realizar con la máxima pulcritud. La sociedad actual se impregna de los mensajes que los medios de comunicación envían diariamente y es trite ver como mentecatos colaboradores de programillas de un amarillo fétido se pierden contínuamente el respeto para mayor morbo social. La Ley debe ser contundente con estos espacios. La libertad no se puede confundir con el libertinaje. Los valores éticos deben seguir vivos en nuestra sociedad si queremos continuar sobreviviendo. No hablo de la Ley del aborto pues estoy de acuerdo en la libertad de la madre a decidir aunque, cuidado con el tema de que los padres puedan no consertirlo si es una menor. No podemos prohibir el alcohol y tabaco hasta los 18 años y luego sí podemos abortar sin el consentimiento a los 16. ¡Seamos consecuentes! Se stán creando nuevas Leyes simplemente por crearlas, por apartar el pensamiento general de los problemas del paro o la economía actual.
Volviendo al tema (que me pierdo...) seamos éticos en el pequeño terreno que a cada uno le toca para que nuestro sistema pueda crecer y no acabe autodestruyéndose.