Hans posa sonriente en el jardín de su casa
con su descubrimiento.
La seta comparada con una castaña
Fue una casualidad que la encontrase el día 1 de noviembre, justo el mismo día pero 44 años atrás, en el que llegaba a Tenerife, me contaba hoy sonriente como una anécdota.
El hongo reposaba en una mesa de su jardín y como buen científico, pensó en un primer momento donarla al Departamento de Botánica de la Universidad de La Laguna. Pero le dijeron que la expondrían el 6 de Diciembre en una muestra. Como la seta es muy delicada, y se deteriora con facilidad si no se encuentra en su medio natural, me dijo que no aguantaría hasta esa fecha. Así que Hans y su esposa se prepararán un buen banquete con esta seta gigante.
¡Que les aproveche!
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