sábado, 31 de enero de 2009

TUTELA DE LOS MENORES INMIGRANTES: PELEA DE NIÑOS

El pleno del Parlamento de Canarias ha aprobado una resolución en la que pide que el Estado asuma la tutela de los inmigrantes menores llegados de forma irregular, mientras que la guarda correspondería a las comunidades autónomas donde sean acogidos.
La delegada del gobierno en Canarias Carolina Darias decía al respecto que esto supone un retraso. Me hace gracia como el Gobierno autónomo canario y gobierno estatal siguen con su tira y afloja sobre quién asume la tutela de los menores no acompañados que llegan en cayuco a las islas. Actualmente Canarias acoge el triple de la capacidad que tienen sus centros de menores. Una situación que, lógicamente va en detrimento de estos niños en desamparo. Mientras, los políticos se pelean entre sí por saber dónde los colocan. Como si fueran ganado con el que trafican. Mientras ellos, los jóvenes africanos, siguen sin saber qué será de ellos. Este juego de quién se queda con quien es digno de patio de colegio. Ejemplifica claramente la incompetencia por un lado del gobierno canario y por otro del gobierno estatal ante la política inmigratoria que llega en cayuco, peleándose y lanzándose los trastos a la cabeza como si de un matrimonio se tratase. La propuesta de la consejera de bienestar social del gobierno de Canarias, Inés Rojas, de que el estado asuma la tutela de los menores, no es descabellada. Ya hemos apreciado como el estado español se ha lavado las manos en muchas ocasiones con la burda argumentación de que las competencias corresponden a las comunidades autónomas. Es como si dijeran así de claro: ese es su problema. No es culpa nuestra que los cayucos lleguen a su territorio. Lo más patético del asunto es que luego, el gobierno estatal presume de la sana autonomía conseguida por las comunidades autónomas con la democracia. Ha quedado demostrado que la insolidaridad de muchas comunidades autónomas españolas negándose a acoger a estos menores ha quedado patente en muchas ocasiones. Como es lógico, la hipocresía política, alejada totalmente de la realidad social, corre del lado de todos los partidos. Porque las palabras de Inés Rojas tampoco tienen desperdicio: " Canarias no tiene la culpa de ser "la grieta" que se ha dejado abierta tras el "blindaje" del Mediterráneo y de Ceuta y Melilla, y por tanto el Estado tiene que asumir su responsabilidad y corregir "la laguna legal" en la que viven los menores africanos y que impide su integración".
Creo que primero se debería de modificar la ley de extranjería y luego ocuparse de estos niños cuyo único delito ha sido querer labrarse un futuro digno. La responsabilidad es del estado que los acoge pero también del gobierno canario. Creo que no debería crearse ningún tipo de disputa ante un tema tan sensible y delicado como es el de los menores, porque el que siempre sale perjudicado es el menor. Sabiendo que se trata de un drama humano. Los políticos lo siguen utilizando como arma política, algo que debería ser castigado por todos los electores que acudieron a las urnas las pasadas elecciones.



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